Líderes y conversaciones difíciles
Los líderes y las conversaciones difíciles son temas que van de la mano. Y, justamente, esa relación que trae consigo un gran desafío para el líder, es lo que queremos compartir contigo en el siguiente post.
Lo que callan las organizaciones es aquello “no dicho” que muchas veces acompañamos con conductas como la evitación y el guardar silencio. Lo que se calla, entonces, puede ser invisible, dañino y peligroso.
En el trabajo o vida privada, consciente o inconscientemente, tratamos de callar los problemas y muchas veces nos hacemos los desentendidos.
Esto es porque nos genera tensiones que no deseamos enfrentarnos. Incluso, es más, somos capaces de anestesiarnos, resignados frente a lo que nos incomoda. Y esto lo interpretamos como la “normalidad” o algo inamovible.
El callar implica un temor
Esto ocurre como un mecanismo de defensa o sobrevivencia en las organizaciones, pues sentimos temor y esta emoción es tan poderosa y arraigada en nosotros que tratamos de evitarla a toda costa.
Además, en la cultura occidental nos han criado con un exitismo tal que oculta los “problemas”, la debilidad, el error y el miedo al fracaso.
Sin embargo, los “problemas” son inevitables para las personas y equipos a lo largo de su existencia, porque son parte de la vida. Por tanto, el mantener conductas evitativas no solo es perjudicial. Además, nos paraliza en nuestra capacidad de hacernos cargo y resolver positivamente estas situaciones.
Si no actuamos a tiempo frente a los “problemas”, tanto las personas como las organizaciones, terminarán fracasando o fracturadas profundamente.
Entonces, es imprescindible que el líder de la organización aprenda a navegar y enfrentar las conversaciones difíciles, y así, crecer como líder y elevar el desempeño de su equipo.
El primer desafío para el líder es cambiar su mirada y entender lo “no dicho” como oportunidades de liderazgo y de generación de valor.
Pero antes, es necesario identificar estos espacios donde las organizaciones callan.
Claves para identificar lo no dicho
En algunas reuniones de equipos o en conversaciones podemos sentir un silencio incómodo que siempre está presente.
Algunos ejemplos:
- Callar el propio punto de vista por miedo a quedar expuesto y no ser aceptado
- Evitar opinar, por miedo a perjudicar a los compañeros
- Eludir las diferencias para evitar conflictos
- Reprimir las diferencias por sentirse incapaz para manejar el conflicto
- Postergar anuncios importantes por temor a las reacciones
El silencio triunfa en organizaciones con jefaturas que no brindaron espacios de seguridad y, con colaboradores temerosos de las consecuencias que pueden traer el manifestarse en forma abierta, directa y honesta.
El líder entonces tiene la responsabilidad de generar un espacio seguro que le permita al colaborador “sacar su voz” y expresar su opinión sin temor.
Y, por otra parte, dar el ejemplo sacando a la luz las Conversaciones Difíciles en forma oportuna.
¿Por qué el líder necesita abrir las Conversaciones Difíciles?
Las zonas de silencio, los tabúes y las conversaciones prohibidas en una organización, disminuyen su capacidad de actuar a tiempo y de generar los resultados esperados.
- Los aspectos más significativos de abordar las Conversaciones Difíciles a tiempo son:
- Genera un clima laboral de confianza, estimula la creatividad y apoya el trabajo de equipo.
- Vuelve a las organizaciones más ágiles y adaptativas, aumentando su desempeño.
- Las relaciones entre colaboradores y líderes serán menos tensas, más armoniosas y colaborativas.
- Estimulan el compromiso y alinean hacia los objetivos.
- Permite anticipar problemas mayores y generar soluciones a tiempo.
Los equipos de alto rendimiento necesitan contar con la experiencia y conocimiento para entablar y gestionar las Conversaciones Difíciles.
Esto es sumamente importante porque como hemos visto, si bien hay niveles que nos contraen al punto de evitar este tipo de conversaciones, existen otros que son “productivos” y que es imprescindible identificar.
Justamente los líderes están desafiados a ser hábiles en escuchar en qué nivel de tensión nos encontramos para poder gestionar de manera eficiente.
Por último, nos es posible lograr los resultados esperados, sin mantener conversaciones desafiantes entre los miembros de los equipos.
Abordar Conversaciones Difíciles a tiempo genera valor en tu organización y te abrirá nuevas puertas.
Por: Gabriela Bernal o Ernesto Neves, Consultora re-genera