¿Cómo identificar propiedades de alto potencial?
Por Cristián Martínez, fundador de Crece Inmobiliario, Ingeniero Comercial, Magister en Administración de Empresas de IEDE y Master de Administración de Empresas en la Universidad de LLeida
Una de las características primarias a considerar en el mundo de la inversión de propiedades, es el poder identificar aquellas con verdadero potencial, lo que se ha transformado en un ejercicio que requiere visión estratégica, análisis profundo y una comprensión sistemática de los factores que realmente generan valor a un inmueble.
No todas las propiedades son iguales y lo que hace la diferencia entre una inversión deficiente y una extraordinaria, radica en poder conocer tres características fundamentales para tomar una decisión lo más acertada posible, de acuerdo a las necesidades de compra.
Lo primero es la ubicación. Lo que se repite como un mantra en el mercado de inversión estadounidense: "location, location, location", es el factor determinante que puede transformar una propiedad común en una joya dentro de oferta y demanda inmobiliaria. Un ejemplo de esto es que un inmueble deteriorado en una zona estratégica, tiene más potencial de revalorización que un castillo en una zona sin proyección.
Así también, la ubicación no se limita simplemente a estar en un punto geográfico específico, sino a entender cómo va evolucionando el el ecosistema urbano que rodea la propiedad, como zonas con potencial de desarrollo, con infraestructura en crecimiento, accesibilidad y proyectos urbanos futuros que ayuden a impulsar la plusvalía
La segunda característica de gran relevancia, es la conectividad y cercanía a servicios. Una propiedad próxima a estaciones de metro, hospitales, instituciones educativas, centros comerciales y vías principales, no solo mejora su atractivo, sino que garantiza una revalorización sostenida en el tiempo.
Eso sí, hay que tener en mente que los lugares son orgánicos y los entornos van cambiando. En los últimos años, hemos visto cómo comunas que hace solo 7 años eran polos importantes de inversión inmobiliaria, como Independencia o Estación Central, hoy producto de factores externos, han visto mermada su plusvalía. Así que, este es un punto relevante a considerar.
La tercera característica fundamental es definir claramente el propósito de la inversión. No es lo mismo comprar una propiedad para vivir que para generar rentabilidad. Cada objetivo demanda una estrategia diferente de evaluación.
Para inversiones con fines de arriendo, la rentabilidad se mide a través del ROI (Retorno sobre Inversión), calculado dividiendo el arriendo anual por el valor total de la propiedad. Un buen inversor no solo mira el precio actual, sino el potencial de generación de ingresos y apreciación futura.
Con todos estos factores, es importante analizar el potencial de crecimiento del entorno, comprendiendo las tendencias urbanas y tener una visión clara de lo que se quiere, para identificar oportunidades que generen gran valor a futuro.