Sostenibilidad: un pilar estratégico para el futuro de la industria aseguradora
El cambio climático es uno de los principales desafíos de la actualidad y, al mismo tiempo, una oportunidad concreta para que las empresas redefinan su rol en la sociedad. En la industria aseguradora, este fenómeno no es ajeno: impacta directamente en la forma en que evaluamos riesgos, diseñamos soluciones y acompañamos a las personas y organizaciones frente a escenarios cada vez más exigentes
Por ello, incorporar la sostenibilidad como un pilar estratégico del negocio ya no es una opción, sino una necesidad de largo plazo. Hoy somos testigos de cómo los eventos climáticos extremos, la presión sobre los recursos naturales y la urgencia por avanzar hacia modelos de desarrollo más responsables están transformando el entorno en el que operamos.
Pues bien, en este contexto, las aseguradoras tenemos la responsabilidad de ser actores activos en la transición hacia una economía más resiliente, integrando criterios ambientales, sociales y de gobernanza en nuestra estrategia y operación diaria.
En esa línea, como empresa de casi 200 años, creemos firmemente que la sostenibilidad debe entenderse como parte esencial del negocio. Se trata de incorporar una mirada de largo plazo que fortalezca nuestra capacidad de proteger, prevenir y generar valor, más allá del cumplimiento de estándares o de las expectativas externas. La experiencia demuestra que cuando la sostenibilidad se integra de manera transversal, las organizaciones se vuelven más sólidas, innovadoras y preparadas para enfrentar las tareas futuras.
Un elemento clave en este proceso es la colaboración. El diálogo entre empresas, autoridades y sociedad civil permite avanzar desde las declaraciones hacia la acción concreta. La construcción de metas compartidas, especialmente en materia climática, se vuelve mucho más efectiva cuando existe un trabajo conjunto que considera las capacidades, barreras y aprendizajes de cada actor.
Para la industria aseguradora, este enfoque cooperativo es fundamental a fin de impulsar soluciones que promuevan la prevención y la adaptación frente al cambio climático. En este camino, el compromiso social y ambiental se expresa a través de la labor corporativa, donde las iniciativas reflejan una convicción profunda: las empresas, junto con generar valor económico, cumplen un rol relevante en el desarrollo de comunidades más inclusivas y sostenibles. En nuestro caso, estas acciones complementan la actividad aseguradora y refuerzan una cultura corporativa basada en la responsabilidad, la cercanía y el impacto positivo.
La sostenibilidad, asimismo, ha evolucionado hacia un modelo cada vez más profesional y medible. Hoy existe una mayor exigencia en términos de indicadores, reporte y transparencia, lo que representa una oportunidad para demostrar con evidencia que integrar criterios sostenibles mejora la gestión, fortalece la confianza y contribuye a mejores resultados. Ética y estrategia, propósito y negocio, valor social y valor económico ya no son conceptos opuestos, sino dimensiones que se refuerzan mutuamente.
Porque en nuestro rubro, avanzar en sostenibilidad significa anticiparse, acompañar la transformación y contribuir activamente a un futuro más preparado. También significa reafirmar nuestro rol histórico de protección, adaptándolo a las necesidades de un mundo en constante evolución.
El futuro del seguro se construye hoy. Y en ese futuro, la sostenibilidad es parte del camino, y más aún, el cimiento sobre el cual se proyecta una industria más resiliente, responsable y comprometida con las próximas generaciones.
Por: Víctor Ugarte, Director General de Reale Seguros Chile
