INIA desarrolló algoritmo basado en inteligencia artificial para predecir sequía agrícola con 3 meses de anticipación
Tecnología generada en el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, en Chillán, permite la formulación de planes de acción temprana ante la sequía agrícola, lo que permitirá a autoridades regionales del centro y centro sur de Chile tomar decisiones respecto de las necesidades de ayuda a productores.
Tras dos años de trabajo, científicos de INIA liderados por el investigador Marcel Fuentes, desarrollaron un algoritmo operativo para predecir el vigor de la vegetación en base a imágenes satelitales e inteligencia artificial. Esta nueva herramienta, servirá para que autoridades regionales y nacionales puedan tomar decisiones anticipadas, ante eventos de sequía agrícola que puedan perjudicar la agricultura.
Marcel Fuentes, ingeniero civil agrícola y magister en teledetección, explicó que cuando se cuenta con información anticipada de la existencia de sequía agrícola (cuando la vegetación se ve afectada), es posible tomar medidas efectivas y planificar ayudas oportunas, como la priorización de cosechas, subsidios para praderas suplementarias, construcción oportuna de franjas de infiltración, entre otras.
El líder del equipo de riesgo climático de INIA Quilamapu (Chillán), señaló que la gran ventaja de esta herramienta es que entrega información para ser usada con una anticipación de uno, dos y hasta tres meses, con una incertidumbre de solo un 5 %, lo que la hace muy confiable para la toma de decisiones.
De esta manera, en el caso de agricultura ovina, si con tres meses de anticipación se pronostica sequía agrícola, la autoridad puede preparar al agricultor para que no se le mueran los animales por falta de alimentación. “La predicción de la emergencia con meses de anticipación, permite obtener mejores precios en la venta de fardos, y no tener que estar sometidos a un incremento por un exceso de demanda, situación que afectará no solo a las autoridades, sino que a todos los agricultores, incluso aquellos de otras regiones donde no hay emergencia agrícola”, sostuvo Fuentes.
De la misma manera, agregó que en el caso de frutales con riego, al conocerse una baja en la disponibilidad de agua, el agricultor puede disminuir la carga de producción, desechando tempranamente la fruta de menor calibre y dejando solo aquella que reportará mejores precios.
En lo venidero, el investigador de INIA Quilamapu señaló que resta la implementación de este instrumento, lo que permitirá “pasar de la gestión de la emergencia a la gestión del riesgo, lo cual, según FAO, es cinco veces más eficiente”, enfatizó Fuentes.
En tal sentido, destacó la necesidad de que las autoridades consideren esta información. “Desde el 2007, a la autoridades regionales se le enviaba un boletín mensual con la información agroclimática del momento, desglosada por región; en los próximos meses, esta vendrá con la predicción de hasta noventa días, por lo que será una gran oportunidad para actuar con tiempo en caso de ser necesario”.
Esta nueva herramienta fue presentada en el seminario “Predicción de sequía agrícola: una herramienta para la gestión del riesgo climático”, realizado en Chillán, recientemente. En la oportunidad, el Director Regional de INIA Quilamapu, Marcelino Claret, indicó que lo desarrollado tiene mucho de predicción, pero con alta matemática y algoritmos de inteligencia artificial, lo que ayudará, en muchos aspectos, al quehacer de los agricultores y de la sociedad en general.
En tanto, el seremi de Agricultura de Ñuble, César Rodríguez, destacó que la sequía se extiende ya por 13 años, por lo que es de suma importancia contar con mejor información para poder administrar los recursos de emergencia agrícola que provienen de otros proyectos que se ven afectados presupuestariamente. “Contar con información a tiempo permite ser más eficientes en el uso de esos recursos”, concluyó.